Vive la Cuaresma: Reforma de justicia criminal

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La reforma de nuestro sistema de justicia criminal es fundamental para erradicar el hambre y la pobreza en Estados Unidos. Las familias se ven directamente afectadas cuando sus seres queridos están encarcelados o encarceladas, especialmente si están cumpliendo sentencias de prisión largas. Las personas que regresan del encarcelamiento se enfrentan a enormes desafíos de reingreso. Reformas tales como reducir las sentencias mínimas obligatorias para los transgresores no violentos, eliminar las consecuencias colaterales del encarcelamiento y ampliar el acceso a servicios de reintegración ayudarían a reducir el hambre y mejorar la estabilidad de las familias en Estados Unidos.

Oración para la reflexión:

Señor Dios,

Tu nos llamas a peregrinar contigo a través del desierto durante esta temporada de Cuaresma.

Nuestro desierto es un lugar aterrador, lleno de las distracciones de la obra en el avance del Reino. Pero hemos aceptado este peregrinaje voluntariamente y con buena disposición; guía nuestros corazones, mentes y pies.

En este viaje, ahora dirigimos nuestra atención a nuestros hermanos y hermanas dentro del sistema de justicia criminal.

Recordamos las palabras de Jesús, que nos enseñan que cuando visitamos a los que están en prisión, lo visitamos a Él. Tu deseas que visitemos a las personas encarceladas y las tratemos con justicia y compasión.

En Estados Unidos, muchos de nuestros hermanos y hermanas reciben sentencias destinadas a castigar, no a sanar o restaurar. En nuestro país, las hermanas y hermanos de raza negra y Latinos están encarcelados en proporciones mucho más altas, que sus contrapartes blancas.

Acompaña a las víctimas de delitos, especialmente los delitos violentos.

Acompaña a los hombres que crecen en el sistema penitenciario, deseando poder hacer una contribución al mundo que los rodea.

Acompaña a las mujeres que están separadas de sus hijos pequeños durante largos períodos de tiempo.

Acompaña a las familias de las personas encarceladas, los niños que luchan por comprender por qué mamá o papá no están presentes, el padre o madre soltera trabajando dos empleos para sobrevivir y otros cuya dificultad no la podemos ver.

Acompaña a los agentes de la ley y los sistemas judiciales que buscan espacios de compasión en las leyes destinadas a infligir venganza.

Acompaña y conmueve los corazones de nuestros líderes electos, quienes tienen el poder de hacer un cambio positivo para permitir que las personas puedan contribuir y alcanzar su máximo potencial.

Acompáñanos a cada uno de nosotros, oh Señor.

Mientras vemos a nuestros hermanos y hermanas encarcelados, muéstranos a Jesús, el prisionero que hay en ellos, no solo la culpa y el dolor, sino también la humanidad y la promesa de que sus vidas tienen todavía.

Haz de estos 40 días una Cuaresma viva en la que te podamos conocer más profundamente.

Preguntas para la reflexión:

¿Cuál es la diferencia entre justicia y misericordia?

¿Dónde ves una diferencia entre la justicia y la misericordia en tu vida? ¿En tu trabajo?

¿Cómo puedes encarnar en tu vida el llamado de Dios a la justicia y la misericordia?

Escritura para la reflexión:

29 de marzo: Oseas 14:2-10 e Isaías 10:1-2

30 de marzo: Oseas 6:1-6 y 2 Crónicas 7:14

31 de marzo: Josué 5:9a, 10-12 y Proverbios 24:23

1 de abril: Isaías 65:17-21 e Isaías 32:16-17

2 de abril: Ezequiel 47:1-9, 12 y Salmos 35:10

3 de abril: Isaías 49:8-15 y Ezequiel 18:4

4 de abril: Éxodo 32:7-14 y Éxodo 22:25-27

5 de abril: Juan 7:1-2 y Zacarías 7:9-10

6 de abril: Jeremías 11:18-20 y Salmos 146:5-7

7 de abril: Isaías 43:16-21 y Hebreos 13:3.

Recursos adicionales sobre este tema:

La Biblia y la encarcelación masiva

Mass Incarceration: A Major Cause of Hunger

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