Sierra de los Cuchumatanes, GUATEMALA: Alexander y Sheili superan la desnutrición crónica

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Sierra de los Cuchumatanes, GUATEMALA: Alexander y Sheili superan la desnutrición crónica. Photo by Joe Molieri / Bread for the World

Catarina Pascual, madre de cuatro hijos, vive en la sierra de los Cuchumatanes, Guatemala.

Ella no sólo nació dentro de una familia sumida en la extrema pobreza, sino que ha tenido que criar a sus cuatro hijos por sí misma &mash; Antonio de 17, Juana de 6 y, sus gemelos, Alexander y Sheili de 17 meses.

Los gemelos fueron recibidos al mundo por una madre fuerte y amorosa, pero el hambre, la desnutrición crónica y las enfermedades también los aguardaban.

Catarina vive de prestado para sobrevivir. La familia vive en una casa que le presta una vecina, donde una habitación hace las veces de cocina, dormitorio y más.

Hunger and poverty persist around the world. Let’s pray for those who need our help the most. Photo: Joe Molieri / Bread for the World

Vivir para sobrevivir

Catarina no posee animales ni tierra que pueda utilizar para cultivar sus propios alimentos. Para proveer a su familia, Catarina lava a mano pilas de ropa sucia, pero el trabajo es escaso en una aldea donde pocas personas pueden pagar ese servicio. 

Sus gemelos nacieron con muy bajo peso y ha sido una batalla dura para vencer el nivel de desnutrición que presentaron durante su primer año de vida. En ese tiempo, Catarina le pedía a Dios “la fuerza para alimentar a mis hijos y mantenerlos saludables”. Ella sintió que sus oraciones fueron respondidas cuando se enteró de un programa de ayuda alimentaria  disponible para niños menores de 2 años de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID). 

Sierra de los Cuchumatanes, GUATEMALA: Alexander y Sheili superan la desnutrición crónica. Photo by Joe Molieri / Bread for the World

Para reducir la desnutrición crónica de sus gemelos

A través del programa, ella recibió mensualmente una ración de arroz, frijoles, harina de maíz/soya fortificada y aceite además de capacitación para reducir la desnutrición crónica de sus gemelos. Recibir estos productos básicos deja libre parte de su ingreso, que ahora puede utilizar para comprar frutas, vegetales, azúcar, sal, avena y otros productos que suplementan la dieta familiar, una opción que no tenía antes. Más importante aún, ahora puede alimentar a sus hijos tres veces al día, sin lugar a dudas un incremento nutricional para los gemelos, quienes exhibieron los efectos negativos de la mala nutrición que sufrieron a temprana edad.

Catarina pasó de “ver a mis hijos sufrir debido a la escasez de alimentos que experimentábamos” a comenzar su camino para dejar atrás el hambre y alcanzar la seguridad alimentaria. 

Todavía hay 34.3 millones de personas en América Latina que no tienen suficiente para comer.

Fuente: UNICEF/OMS/Banco Mundial

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