Programas Sobre El Hambre

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Women and girls in developing countries spend hours per day fetching water because of a lack of infrastructure, pulling women away from income-earning opportunities and girls out of school. Photo: UN / Martine Perret

¿Cómo se imagina un mundo sin hambre? Sería un mundo en el cual todos tuvieran acceso a los alimentos nutritivos que necesitan. Para lograr esto, las iglesias, caridades, bancos de alimentos y organizaciones sin fines de lucro no pueden trabajar solas. Los programas y leyes gubernamentales juegan también un papel importante.

Los programas federales de nutrición doméstica, como lo son SNAP (antes conocido como cupones para alimentos), el Servicio Suplementario de Nutrición para Madres, Infantes y Niños (WIC, según sus siglas en inglés) y los programas de almuerzos escolares, son solamente algunos ejemplos. Estos programas evitan que millones de norteamericanos padezcan de hambre. La ayuda humanitaria internacional responde a los desastres naturales y humanos (el maremoto del océano Índico, por ejemplo) y crisis continuas a nivel mundial como lo es la situación en Siria.

Pero la erradicación del hambre requiere mucho más que alimentar a una persona hoy. Tratar con la raíz de la causa del hambre—primordialmente la pobreza—es de igual importancia. Mientras las personas carezcan de los recursos que necesitan para colocar alimento en la mesa, el hambre persistirá. Pan también trabaja en la consecución de reformas a las leyes que aseguran la seguridad económica y la autosuficiencia a largo plazo para las personas que viven en los Estados Unidos y alrededor del mundo.

Los países que enfrentan la pobreza extrema no tienen los recursos adecuados para financiar su propio desarrollo económico y social. Los programas de asistencia para el desarrollo están designados para reducir la pobreza y estimular el crecimiento económico en los países pobres. Estos incluyen programas para la agricultura, salud, educación, medio ambiente, democracia y gobierno.

Respuesta humanitaria para emergencias

El hambre es a menudo una consecuencia de los desastres que ocurren. Las emergencias incluyen los desastres naturales y los brotes de enfermedades, o son el resultado de condiciones climatológicas o económicas que lentamente van aumentando hasta que resultan en escasez de alimentos, sequías y conflictos. Estas emergencias a menudo tienen efectos secundarios desastrosos, incluyendo crisis de refugiados y violencia por razones de género. Las situaciones de emergencia pueden rápidamente empeorar si la comunidad mundial no responde con suficiente prontitud para prevenir la hambruna, salud pobre y extrema pobreza.

Los miembros de Pan abogan para que  el gobierno de los Estados Unidos responda a las necesidades urgentes de las personas que sufren de hambre y desnutrición. Durante décadas,  Estados Unidos ha respondido compasivamente a las emergencias en todo el mundo, salvando vidas y evitando que millones de personas caigan presa del hambre y la pobreza. El gobierno federal provee ayuda de forma inmediata a través de dinero en efectivo y alimentos, instalaciones sanitarias y artículos de salud, además de ayuda para la reconstrucción de comunidades. También provee los fondos para programas tales como educación, entrenamiento para trabajos y servicios de consejería para ayudar a los refugiados a adaptarse y encontrar estabilidad dentro de un ambiente poco familiar.

El gobierno de los Estados Unidos y organizaciones sin fines de lucro que responden a estas crisis reconocen la importancia de establecer un enlace entre las respuestas de emergencia a corto plazo y el desarrollo de ayuda a largo plazo. El mundo ha sido testigo de gran progreso en décadas recientes, incluyendo las otrora débiles economías que se han fortalecido, y personas que han dejado atrás la pobreza y el hambre para vivir vidas mucho más estables. Sin embargo, estas victorias, obtenidas a duras penas, podrían deteriorarse rápidamente durante momentos de emergencias humanitarias, especialmente si la respuesta de la comunidad mundial es lenta o inexistente. Es por eso que Pan aboga por fondos que permiten respuestas inteligentes y compasivas para aquellos que se enfrentan a los desastres.

Para más información, vea la manera en la cual Pan aboga por una reforma a los programas de  ayuda alimentaria de los Estados Unidos con el propósito de hacerla más efectiva y menos costosa, y que ayude a crear comunidades más fuertes.

Programas de ayuda extranjera de los Estados Unidos

Las personas que viven en países en desarrollo pueden y deben efectuar, por sí mismas, la mayor parte del trabajo para erradicar el hambre, pero necesitan cierto apoyo y recursos. El gobierno de los Estados Unidos puede proveer esta ayuda en parte.

La ayuda extranjera ofrecida por el gobierno de los Estados Unidos permite que las personas se ayuden a sí mismas, pues financia herramientas y entrenamiento para mejorar la agricultura. También ayuda en la construcción de carreteras que permiten que las cosechas lleguen al mercado y apoya los esfuerzos para empoderar a las mujeres, para que éstas jueguen papeles más activos en sus comunidades. Además, ayuda a que los gobiernos desarrollen planes para educar, cuidar y alimentar mejor a sus ciudadanos.

Los expertos en desarrollo están de acuerdo en que el mundo tiene la capacidad para erradicar la pobreza extrema para el año 2030. Nosotros ya la hemos recortado por la mitad desde 1990. Con un aumento continuo de fondos, el programa de ayuda extranjera de los Estados Unidos puede ayudar a eliminar el hambre en el mundo.

Los esfuerzos norteamericanos para erradicar el hambre a nivel mundial incluyen:

  • Ayuda de alimentos de emergencia como lo es el programa Alimentos para la Paz, el cual provee alimentos durante emergencias como  las sequías, los conflictos y otros desastres.
  • Ayuda para el desarrollo de alimentos, lo cual incluye programas como el programa de alimentación McGovern-Dole, el cual provee nutrición materno-infantil y nutrición para los niños en las escuelas alrededor del mundo.
  • Programas para el desarrollo agrícola a largo plazo como Alimentando el Futuro, de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID, según sus siglas en inglés), el cual está ayudando a que 19 países mejoren sus sistemas de agricultura y provee intervenciones de nutrición.
  • Contribuciones norteamericanas a la asistencia multilateral para la seguridad alimentaria, incluyendo el Programa de Alimentos Mundiales, Agricultura Mundial y Seguridad Alimentaria.

Programas Domésticos de los Estados Unidos

Programas de nutrición

La forma más directa de erradicar el hambre es a través de los programas de asistencia alimentaria. Estos programas crean una red de seguridad alimentaria vital para millones de niños, personas mayores, personas con discapacidades y familias que se enfrentan a dificultades.

El programa nacional más grande contra el hambre es SNAP (antes conocido como cupones para alimentos). SNAP le provee a las familias y personas en necesidad, una tarjeta tipo débito para comprar alimentos. Más de 46 millones de norteamericanos o 1 de cada 7 personas recibieron ayuda de SNAP en el 2014. De éstos, aproximadamente la mitad fueron niños.

En los Estados Unidos, uno de cada cinco niños vive en riesgo de padecer de hambre. Los almuerzos y desayunos escolares proveen alimento a 21.5 millones de niños de bajos recursos para que puedan enfocarse en el aprendizaje en la escuela. Los niños también pueden recibir alimentos después de la escuela y durante los meses de verano a través de los programas de alimentos después de la escuela o del Programa de Alimentos de Verano.

WIC provee alimento saludable para mujeres de bajos ingresos que están embarazadas o lactando y a niños pequeños. Esto permite que los infantes y niños con mayor riesgo de padecer de hambre en nuestro país tengan acceso a los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse saludablemente.

El programa Productos Alimentarios Suplementarios y los servicios de nutrición para ancianos Comidas Congregadas y Comidas sobre Ruedas, proveen alimentos saludables para norteamericanos de la tercera edad. El nueve por ciento de las personas mayores de 60 años padece de insuficiencia alimentaria y está a riesgo de padecer de mala salud. Estos programas ayudan a que los norteamericanos de la tercera edad puedan adquirir alimentos y hacer frente a otros gastos como lo son los medicamentos y la vivienda.

Programas para evitar la pobreza

En un presupuesto de bajos recursos, los alimentos son a menudo aquello que más fácil es recortar. La renta, el cuidado infantil y los servicios públicos son gastos fijos. Los alimentos son un lugar donde las familias pueden hacer recortes y ajustes. Los programas de nutrición ayudan a millones de familias, pero proveer comida no es suficiente. El progreso en contra del hambre requiere que se ayude a las familias a salir de la pobreza.

Los créditos tributarios son una manera de apoyar a las familias que están luchando por salir de la pobreza. El Crédito por Ingreso de Trabajo (EITC, según sus siglas en inglés) ayuda a las familias a retener una mayor porción de su ingreso, lo cual pueden utilizar para los gastos esenciales. El EITC mueve a una mayor cantidad de niños sobre el nivel  de pobreza que cualquier otro programa gubernamental. En el 2013, el EITC ayudó a 6.2 millones de personas, incluyendo 3.2 millones de niños, a salir del nivel de pobreza.

El Crédito Tributario por Hijo (CTC, según sus siglas en inglés) tiene un valor de hasta $1,000 por cada niño menor de 17 años reclamado en la declaración de ingresos de un trabajador. Las familias con $3,000 de ingresos anuales pueden recibir el crédito. En el año 2013, CTC evitó que 3.1 millones de personas descendieran al nivel de pobreza, incluyendo a 1.7 millones de niños.

Programas internacionales

 Estados Unidos  es un líder internacional en el combate contra  el hambre a nivel mundial. Al diseñar programas que mejoran la seguridad alimentaria mundial, incluyendo tanto los programas de ayuda alimentaria de emergencia a corto plazo como el desarrollo a largo plazo, se ha logrado recortar el hambre por la mitad desde 1990.

En la mayoría de los casos, los Estados Unidos proveen alimento y desarrollo agrícola directamente a países a través de iniciativas específicas  tales como Alimentando el Futuro o programas legislados tales como Alimentos para la Paz. En otras ocasiones, nuestro país trabaja con organizaciones internacionales con el propósito de entregar, proveer e implementar ayuda humanitaria y relacionada. Estas instituciones multigubernamentales a menudo son creadas para trabajar en asuntos de importancia para todos aquellos que forman parte de la organización.

Durante 70 años, los Estados Unidos le han provisto recursos, asistencia técnica y dirección a varias organizaciones multilaterales que laboran para combatir la inseguridad alimentaria y desnutrición a nivel mundial. Entre estas instituciones se encuentran la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP).

Objetivos de Desarrollo del Milenio

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio son un esfuerzo sin precedente para mejorar las vidas de las personas pobres y que padecen de hambre alrededor del mundo. En el año 2000, durante una sesión especial de las Naciones Unidas, las naciones miembros se comprometieron a sostener la dignidad humana y a “hacer realidad el derecho de todos para el desarrollo”.

De este compromiso surgieron ocho objetivos—Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG, según sus siglas en inglés). Cuando expiren los ODM en diciembre de 2015, las Naciones Unidas lanzarán los Objetivos de Desarrollo Sostenibles para el Desarrollo (SDG, según sus siglas en inglés).

Los ODM se sostienen sobre décadas de conocimiento y éxito en el trabajo de desarrollo. Cada ODM tiene metas que pueden ser medidas con el propósito de que la comunidad mundial pueda monitorear el progreso y efectuar mejoras.

Las ODM buscan recortar por la mitad, la cantidad de personas que sufren de pobreza y hambre extrema en el período comprendido entre 1990-2015. ¡La meta de la pobreza fue alcanzada 5 años antes y el mundo se encuentra ahora más cerca de lograr la meta del hambre para diciembre de 2015!

Los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (SDG, según sus siglas en inglés) continuarán el progreso de las ODM y comprometerán nuevamente a las naciones a erradicar el hambre y la pobreza, y mejorar las vidas de las personas vulnerables.

Actualmente existen 17 metas más de trabajo, incluyendo los ODS 1 y 2, los cuales buscan erradicar la pobreza y el hambre para el año 2030. Los ODM nos demostraron que es posible alcanzar metas ambiciosas, como lo es recortar el nivel de pobreza por la mitad. Lograr los ODS será posible con un fuerte apoyo por parte de los Estados Unidos, de los países donde se llevan acabo estos esfuerzos, y el compromiso de no dejar a nadie atrás.

Para más información acerca del análisis de Pan para el Mundo sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, oprima aquí. 

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