La oración de esta semana fue escrita por la Rev. Abigail Medina-Betancourt, que vive en Puerto Rico y trabaja como Coordinadora Nacional para el Desarrollo Intercultural en American Baptist Home Mission Societies.
Miré hacia otro lado, y esto fue lo que vi en este mundo: hay mucha gente maltratada, y quienes la maltratan son los que tienen el poder. La gente llora, pero nadie la consuela. Eclesiastés 4:1 (Traducción en lenguaje actual)
La opresión está muy presente en nuestras comunidades latinas en los Estados Unidos y Puerto Rico. La iglesia, al igual que el autor de Eclesiastés, debe mirar a su alrededor para identificar las injusticias a su alrededor para proclamar esperanza y levantar su voz por los que no la tienen. Seamos esperanza y consuelo para quienes pasan hambre cada día.
Oremos:
Dios, gracias por las manos oprimidas de nuestras agricultores y agricultoras, tanto en los Estados Unidos continentales como en Puerto Rico.
Rogamos por justicia para tu pueblo oprimido por las personas en el poder.
Que tengan el alimento de cada día; aunque sean sus manos las que lo cultivan.
Haznos instrumento tuyo para consolar a los que lloran y que seamos agentes de justicia en este mundo dañado por el pecado de la avaricia.
Entrega a los puertorriqueños y los inmigrantes el fruto de su trabajo.
Que ni la tierra ni los seres humanos sean explotados jamás.
Que venga tu reino.