Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. – Salmos 46: 1-3
Las últimas semanas han estado repletas de desafíos y conflictos inesperados a nivel nacional e internacional. Para tiempos como estos, ofrecemos la siguiente oración.
Oremos.
Oh, Dios,
Se levantan tormentas.
Arrasan las guerras.
El hambre se expande como un incendio.
La cooperación de repente se detiene.
Y parece que el mundo se derrumba a nuestro alrededor.
Pero se nos promete algo nuevo en la resurrección.
El sol es oscuro.
La cortina se raja.
Parece que el mal ha triunfado.
Y aun así la muerte es vencida.
Nueva vida emerge de la tumba.
Dios, confiamos que en el derrumbe
hay vida nueva en tus planes.
Lo hemos visto una y otra vez.
Somos creyentes, pero ayúdanos en la incredulidad.
Te lo pedimos en nombre de Jesús,
Amén