El Estado del Hambre en las Comunidades Latinas (2024)

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Las comunidades latinas representan un grupo importante y diverso que desempeña un papel fundamental en la sociedad estadounidense y en todo el mundo.  Los latinos (as), además de ser el grupo de votantes de más rápido crecimiento en EE. UU., hacen una contribución significativa a la economía, aportando 3.2 billones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) nacional—mayor que el PIB de países como India, Italia, Bretañay Francia.

Sin embargo, a pesar de estas significativas aportaciones, las comunidades latinas son de las más afectadas por el hambre y la inseguridad alimentaria. El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) informó que en 2023, casi el 22% de los hogares latinos tenían al menos un miembro que experimentó inseguridad alimentaria, una incertidumbre continua sobre de dónde provendrá su próxima comida. Además, el informe de la ONU de 2023 sobre Seguridad Alimentaria y Nutrición reveló que 6.5% de la población en América Latina y el Caribe, es decir, 43 millones de personas, padecen de hambre. En esta región, el costo de mantener una dieta saludable es el más alto del mundo.

Es fundamental que los líderes de nuestra nación tomen medidas para reducir las altas tasas de hambre en las comunidades latinas y en toda la población. En Pan para el Mundo (Bread for the World), somos conscientes de que varios factores contribuyen a estas alarmantes estadísticas, tales como conflictos, cambio climático, disparidades salariales, discriminación racial y otras desigualdades socioeconómicas. En este artículo abordaremos preguntas clave como:

  • ¿Cuántos latinos(as) en EE. UU. pasan hambre?
  • ¿Por qué las comunidades latinas enfrentan niveles desproporcionados de hambre?
  • ¿Cuál es la tasa actual de hambre en América Latina y el Caribe?
  • ¿Qué medidas podemos tomar para acabar con el hambre en las comunidades latinas?

Este Mes de la Herencia Hispana representa una oportunidad perfecta para unirnos en la lucha contra la inseguridad alimentaria que impacta a las familias latinas. Les invitamos a participar en iniciativas de abogacía y programas que promueven políticas para garantizar el acceso a alimentos nutritivos, esenciales para el bienestar de todos.

¿Cuántos latinos(as) en EE. UU. experimentan hambre?

Mother and child together

En EE. UU., las tasas de hambre entre las comunidades latinas han aumentado a niveles preocupantes, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19. La población latina en el país alcanzó los 65.2 millones en 2023, representando casi el 20% de la población estadounidense. Según el USDA, cerca del 22% de los hogares latino experimentaron hambre en 2023.

En EE. UU., el indicador de hambre es la inseguridad alimentaria — una incertidumbre continua sobre de dónde provendrá la próxima comida de una persona o la falta de acceso a alimentos suficientemente nutritivos para llevar una vida saludable. Esta puede ser una circunstancia temporal o prolongarse en el tiempo. 

En 2023, 18.0 millones de hogares en EE. UU. tuvieron dificultades para asegurar que habría comida en sus mesas. Aunque las comunidades latinas en EE. UU. son un grupo demográfico diverso, rico en culturas y que abarcan realidades socioeconómicas variadas, en general, una parte significativa de los hogares latinos enfrenta inseguridad alimentaria. De hecho, el USD  señala que los latinos(as) han enfrentado tasas de inseguridad alimentaria consistentemente más altas comparadas con el promedio nacional. Durante la pandemia de COVID-19, las tasas de inseguridad alimentaria fueron “sustancialmente más altas” que el promedio nacional en hogares con un solo progenitor, así como en hogares hispanos y afroamericanos. El USDA también encontró que el hambre era más común en áreas rurales y en ciudades grandes que en áreas suburbanas. 

UnidosUS, la organización de derechos civiles y defensa más grande de latinos(as) en la nación, publicó un informe en 2022 que examina el hambre y la inseguridad alimentaria entre los latinos(as) que viven en comunidades rurales. El informe indica que la ubicación geográfica de las comunidades rurales latinas crea obstáculos para acceder a alimentos saludables y mantiene un ciclo de inseguridad alimentaria, aunque en muchos casos estas comunidades trabajan en las granjas que proveen gran parte de los alimentos del país.

Es esencial que los líderes de nuestra nación prioricen políticas y programas que puedan abordar el hambre en las comunidades latinas. Por ejemplo, programas de nutrición como el Programa Suplementario Especial de Nutrición para Mujeres, Infantes y Niños (WIC) y el Programa Nacional de Almuerzos Escolares (NSLP) son fundamentales para satisfacer las necesidades nutricionales de los niños latinos(as). Más del 43% de los participantes en WIC son latinos(as), y representan casi una cuarta parte de los niños que participan en NSLP. 

Causas Fundamentales del Hambre en las Comunidades Latinas en los Estados Unidos

Las disparidades socioeconómicas, incluyendo brechas salariales, discriminación racial, desigualdades educativas y una serie de barreras sistémicas, han contribuido a las desproporcionadas tasas de hambre en las comunidades latinas en EE. UU. La pandemia de COVID-19 ha intensificado estas vulnerabilidades, incrementando la inseguridad alimentaria, muchas veces debido a la escasez de redes de apoyo económico y social. Aunque esta lista no es exhaustiva, algunos factores clave que contribuyen a las altas tasas de hambre incluyen:

  • Disparidades Económicas: La desigualdad económica juega un papel sustancial en la perpetuación del hambre dentro de las comunidades latinas. Las familias latinas que trabajan en empleos de baja remuneración encuentran difícil costear alimentos nutritivos de manera consistente. A pesar de tener tasas de empleo más altas que las personas no hispanas y de contribuir significativamente a la economía, muchos latinos(as) en EE. UU. experimentan brechas salariales que pueden comprometer su seguridad financiera. Aunque las estadísticas varían entre los grupos étnicos hispanos, los trabajadores latinos en EE. UU. enfrentan “brechas salariales étnicas que son persistentes y pervasivas” en comparación con hombres blancos no hispanos. Las mujeres latinas están especialmente impactadas por estas disparidades debido a una variedad de factores, principalmente la combinación de sexismo y discriminación racial.
  • Estatus Migratorio: El estatus migratorio puede impactar significativamente el acceso de una persona o familia a los recursos. Las familias con miembros indocumentados pueden dudar en buscar programas de asistencia pública, a menudo por miedo a que se descubra al miembro(s) indocumentado y enfrente la deportación. Un informe de 2021 del Urban Institute señaló que casi la mitad de los adultos en familias de estatus mixto — donde uno o más miembros son indocumentados mientras que otros son ciudadanos estadounidenses o tienen un estatus migratorio legal — reportaron inseguridad alimentaria. Esta cifra abarca tanto a familias latinas de estatus migratorio mixto como a familias similares de otras etnias.
  • Barreras Lingüísticas y Culturales: Algunos individuos y familias latinos(as) enfrentan barreras lingüísticas y culturales que dificultan la navegación por programas de asistencia gubernamental y otros entornos sociales. La publicación, Journal of Public Health Nutrition presentó un estudio en mayo de 2023 que examinó la relación entre el uso del idioma y la inseguridad alimentaria entre adultos latinos(as) en EE. UU. de 1999 a 2018. La investigación encontró que los adultos hispanos nacidos fuera del país que “hablan predominantemente español, o inglés y español por igual, tienen mayores probabilidades de sufrir inseguridad alimentaria”.
  • Desiertos Alimentarios: En EE. UU., el 15% de los latinos(as) reside en zonas de bajos ingresos con acceso limitado a supermercados. Esto se compara con el 11% de los blancos no latinos que viven en zonas urbanas de bajos ingresos, donde el supermercado más cercano queda a más de una milla de distancia, o en zonas rurales de bajos ingresos, donde los residentes tienen que viajar más de 10 millas.
  • Vivienda Inasequible: Aunque la tasa de propiedad de vivienda entre los latinos(as) en EE. UU. ha subido, alcanzando el 49.5% en 2023, el acceso y la asequibilidad de la vivienda continúan siendo problemas significativos que impactan directamente en la seguridad alimentaria. Esta tasa todavía es casi un 25% inferior a la de los hogares blancos. En un mercado inmobiliario ajustado y caro, muchas familias enfrentan la difícil decisión de gastar en una vivienda adecuada o asegurar una alimentación suficiente y nutritiva.

El hambre en las comunidades latinas es un problema complejo y profundamente arraigado, resultado de una larga historia de desigualdades económicas, sociales, raciales y culturales. Enfrentar este desafío requiere un esfuerzo coordinado que incluya políticas efectivas, compromiso comunitario y soluciones creativas. Al reconocer y responder a las necesidades y circunstancias únicas de las comunidades latinas y al empoderar a los individuos con herramientas para superar obstáculos, podemos abrir el camino hacia un futuro más próspero y resiliente para todos. La verdadera cuestión no es solo cómo podemos eliminar el hambre, sino si contamos con la fe, el valor y la voluntad política necesarios para lograrlo.

¿Cuál es la tasa de hambre en América Latina y el Caribe?

En la última década, América Latina y el Caribe han logrado avances significativos hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la reducción del hambre. Sin embargo, hoy en día, el hambre sigue siendo un problema crítico que afecta a millones de personas en todo el mundo, y América Latina y el Caribe no son la excepción. A pesar de algunos progresos en las últimas décadas, la región todavía enfrenta altas tasas de inseguridad alimentaria, desnutrición y acceso desigual a comidas nutritivas. En 2022, el 37.5% de la población regional experimentó niveles de inseguridad alimentaria de moderados a graves, en comparación con el 29.6% de la población mundial.

En 2022, el 16.3% de la población del Caribe padeció hambre. El hambre en Centroamérica, específicamente en El Salvador, Honduras y Guatemala, ha aumentado constantemente en los últimos años debido a la extrema pobreza, la inestabilidad política y el impacto del cambio climático. La pandemia de COVID-19 solo ha exacerbado estos problemas, y las tasas de desnutrición crónica en las comunidades indígenas locales están entre las más altas del mundo.

Lamentablemente, los niños menores de cinco años y las mujeres están entre los grupos de población más afectados. Según la ONU, los “programas de protección social sensibles a la nutrición son esenciales” para apoyar la dieta saludable y la nutrición adecuada de las poblaciones más vulnerables.

Factores que Contribuyen al Hambre en América Latina y el Caribe 

Varios factores contribuyen al problema persistente del hambre en la región de América Latina y el Caribe, incluyendo:

  • Cambio climático: La región es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático, incluidos eventos climáticos extremos que interrumpen la producción agrícola y los medios de vida.
  • Conflicto e inestabilidad política: Los casos de conflicto e inestabilidad política pueden interrumpir las cadenas de suministro de alimentos y exacerbar las desigualdades existentes.
  • Desigualdad de ingresos: Altos niveles de desigualdad de ingresos a menudo se traducen en un acceso desigual a los alimentos. Los grupos vulnerables, como las comunidades indígenas y las poblaciones rurales, pueden verse particularmente afectados.
  • Disparidades rurales-urbanas: Una proporción significativa de la población depende de la agricultura para sus medios de vida. Sin embargo, el acceso limitado a recursos, prácticas agrícolas modernas y mercados limita el potencial del sector para aliviar el hambre.
  • Infraestructura deficiente: Una infraestructura inadecuada, incluyendo instalaciones de transporte y almacenamiento, puede conducir al desperdicio de alimentos y obstaculizar la distribución eficiente de los alimentos.

El hambre tiene consecuencias de gran alcance que van más allá del simple malestar físico. La malnutrición, especialmente entre los niños, puede tener efectos irreversibles en el desarrollo, limitando tanto el crecimiento físico como cognitivo. Esto perpetúa el ciclo de pobreza y limita las oportunidades futuras. Además, el hambre debilita el sistema inmunológico, haciendo a los individuos más susceptibles a enfermedades, y afecta la productividad general, lo que finalmente impacta el desarrollo económico a nivel nacional.

La ayuda de EE. UU. es crucial en la asistencia humanitaria frente a las crisis globales actuales, desde conflictos hasta desastres naturales, todas situaciones que pueden mitigar el incremento del hambre. El Congreso debería dar prioridad a la renovación y ampliación de la ley agrícola, una legislación que afecta tanto a los programas de nutrición nacionales como a la asistencia internacional. Además, EE. UU. debería colaborar con gobiernos regionales, organizaciones no gubernamentales (ONGs) e instituciones internacionales para enfrentar de manera conjunta el hambre en América Latina y el Caribe. Esto incluiría fortalecer las redes de seguridad social, fomentar la innovación agrícola, impulsar la educación nutricional y aumentar la resiliencia climática en la región. El hambre tiene solución y actualmente existe suficiente alimento nutritivo para abastecer a la población mundial. Mediante esfuerzos coordinados y globales, podemos alcanzar un futuro donde el hambre sea un recuerdo del pasado.

¿Cómo podemos abordar el hambre en las comunidades latinas?

Como individuos preocupados y como colectivo, hay mucho que podemos hacer para abordar el hambre en las comunidades latinas. Bread for the World cree firmemente en el poder de la defensa, la oración y el apoyo a los esfuerzos para erradicar el hambre. Unidos, podemos presionar al Congreso para que implemente políticas y programas que reduzcan el hambre en las comunidades hispanas a nivel mundial, y utilizar nuestras voces para garantizar que las necesidades de quienes enfrentan el hambre no sean pasadas por alto.

El hambre es uno de los problemas más fácilmente solucionables en el mundo. De manera prometedora, la Estrategia de la Casa Blanca sobre el Hambre, la Nutrición y la Salud de 2022 traza una estrategia nacional para acabar con el hambre en EE. UU. para 2030. Incluye planes para expandir la elegibilidad para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) a poblaciones desatendidas y fortalecer la educación nutricional. En este sentido, el informe de 2022 de UnidosUS titulado “No hay suficiente comida en la mesa: Un vistazo a la inseguridad alimentaria entre los hispanos/latinos que viven en comunidades rurales en los Estados Unidos” también proporciona varias recomendaciones programáticas y políticas para abordar el hambre entre las comunidades latinas en áreas rurales, como:

  • Mejorar el acceso y facilitar la inscripción en programas federales de asistencia nutricional;
  • Fortalecer la educación nutricional teniendo en cuenta a los latinos(as) que viven en áreas rurales;
  • Aumentar los esfuerzos de divulgación para ampliar el conocimiento de los programas y beneficios relacionados con la nutrición; y
  • Abordar las disparidades en el acceso a alimentos causadas por desiertos alimentarios y otras barreras ambientales.

Bread for the World también ha abogado para que los ciudadanos estadounidenses de Puerto Rico tengan acceso a los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). A diferencia de los ciudadanos en el EE. UU. continental, los puertorriqueños no son elegibles para SNAP sino para el Programa de Asistencia Nutricional (NAP), que ofrece beneficios reducidos en comparación con SNAP. De hecho, los puertorriqueños reciben “de 116 a 307 dólares menos por mes en asistencia nutricional federal que otros estadounidenses que viven en el EE. UU. continental, Hawái, las Islas Vírgenes de EE. UU. y Guam.”

En Puerto Rico, hasta un tercio de la población enfrenta inseguridad alimentaria, una tasa superior a cualquier otra área del EE. UU. continental. Esta situación subraya la urgencia de que los ciudadanos del territorio tengan acceso adecuado a beneficios nutricionales. De manera similar, muchos residentes legales que llevan menos de cinco años en EE. UU. también se ven excluidos de estos beneficios. Por ello, Bread for the World ha instado a la aprobación de la Ley Levantar la Barra, que permitiría a estos inmigrantes acceder a SNAP y otros beneficios públicos.

Durante más de 50 años, Bread for the World ha promovido programas que mejoran la educación, los caminos hacia la ciudadanía, la atención médica y los salarios para las comunidades latinas  en EE. UU. Además, colaboramos con líderes y organizaciones comunitarias para impulsar iniciativas en América Latina y el Caribe que aborden el hambre y la pobreza. Actualmente, nos centramos en la reautorización de la ley agrícola, una legislación vital para los programas nacionales de nutrición y la ayuda internacional. Nuestra organización sigue trabajando con congregaciones, estudiantes universitarios y otros grupos para organizar Ofrendas de Cartas al Congreso, con el objetivo de mantener los asuntos relacionados con el hambre como prioridad en la agenda de nuestros líderes.

Hasta un tercio de la población en Puerto Rico se considera insegura alimentariamente — una proporción más alta que en cualquier otro lugar del  EE. UU. continental, lo que hace aún más urgente que los ciudadanos en el territorio tengan acceso a suficientes beneficios nutricionales. De manera similar, muchos individuos legalmente presentes también están excluidos. Pan también ha pedido la aprobación de la Ley Lift the Bar, diseñada para permitir que los inmigrantes legales con menos de cinco años de residencia en EE. UU. reciban SNAP y otros beneficios públicos.

Además, desde hace más de 50 años, Bread for the World ha abogado por programas que pueden ayudar a “mejorar la educación, los caminos hacia la ciudadanía, la atención médica y los salarios” para las comunidades latinas en EE. UU. También trabajamos junto a líderes y organizaciones comunitarias para impulsar programas en América Latina y el Caribe que puedan abordar problemas como el hambre y la pobreza. Nuestro enfoque actual de defensa es la reautorización de la ley agrícola, legislación con implicaciones significativas para los programas de nutrición nacional y la ayuda internacional. Nuestra organización continúa trabajando con congregaciones, estudiantes universitarios y otros para organizar Ofrendas de Cartas al Congreso, manteniendo el objetivo de mantener los problemas relacionados con el hambre en la cima de la agenda de nuestros líderes.

Conclusión

El hambre es un desafío global persistente que afecta desproporcionadamente a las comunidades latinas en los Estados Unidos y a las poblaciones hispanas en toda América Latina y el Caribe. La combinación de inequidades socioeconómicas, prejuicios raciales, diversos estatus migratorios, problemas de infraestructura regional y factores políticos ha contribuido a una realidad desalentadora en la que muchas familias latinas no pueden acceder a alimentos suficientes y nutritivos.

Estas disparidades han contribuido a tasas desproporcionadas de inseguridad alimentaria, que lamentablemente se han visto exacerbadas por el impacto del cambio climático, la pandemia de COVID-19 y la inestabilidad de los conflictos regionales. Pero no tiene que ser así.

Bread for the World reconoce y se une al coro de voces latinas que han trabajado consistentemente para acabar con el hambre. También reconocemos que los problemas mencionados pueden presentar desafíos que impiden que algunos individuos dentro de la comunidad latina participen en la defensa contra la inseguridad alimentaria.

Como individuos, organizaciones y congregaciones, tenemos la oportunidad de marcar la diferencia a través de la abogacía y la oración. Invitemos a nuestros líderes a implementar políticas que fortalezcan los sistemas alimentarios y a que reautorizen y amplíen la ley agrícola. Esta legislación puede proporcionar un alivio significativo a las familias latinas que enfrentan el hambre. Escribir y enviar correos electrónicos a los miembros del Congreso es una manera efectiva de luchar contra las inequidades sociales que mantienen el hambre. Podemos resolver el hambre en nuestra era, y te invitamos a unirte a Bread for the World en nuestra misión de erradicar la inseguridad alimentaria en todas las comunidades.

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