Jesús les dijo: “No hay necesidad de que se vayan; denles ustedes de comer”. Entonces ellos dijeron: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces”. “Traigan acá los panes y los peces”, les dijo. Y ordenando a la muchedumbre que se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo los alimentos. Después partió los panes y se los dio a los discípulos y los discípulos a la multitud. Todos comieron y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos: doce cestas llenas. Y los que comieron fueron unos 5000 hombres, sin contar las mujeres y los niños. – Mateo 14: 16-21 (NBLA)
Los discípulos obedecieron las instrucciones de Jesús. Trajeron lo que tenían, y Jesús se encargó del resto. La tarea de poner fin al hambre parece más desafiante que alimentar a 5,000 hombres, sin contar mujeres y niños, con solo 5 panes y dos peces. Nos cuestionamos si nuestras voces serán suficientes. La respuesta es afirmativa. Podemos actuar con fe y confiar en que Dios completará la obra.
Oremos.
Dios de abundancia,
Nos resulta complicado confiar
en que baste actuar con fe,
como Tú nos invitas a hacerlo.
Te imploramos que actúes a través de nosotros
para levantar un mundo libre de hambre.
Te lo rogamos en el nombre de Jesús,
Amén.