Para poner fin al hambre y la pobreza en Estados Unidos para el 2030, nuestro país necesita un presupuesto que mejore la vida de hombres, mujeres y niños. Desafortunadamente, el Gobierno del Presidente Trump y el Congreso están proponiendo recortes drásticos a programas que ofrecen oportunidades económicas o asistencia alimentaria a algunas de las familias más pobres en Estados Unidos.
Estos recortes presupuestarios afec-tarían particularmente a la comunidad latina, ya que los hogares latinos tienen hasta tres veces más probabilidades de experimentar hambre y pobreza.