TPS: Estoy agradecido de estar en esta tierra de oportunidades

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José Palma, un hombre de familia de El Salvador que vive en Massachusetts, es el hijo de dos granjeros salvadoreños que perdieron todo durante la guerra civil en la década de los 80. Sus padres no tuvieron la oportunidad de aprender a leer o escribir, pero sabían que la educación era un camino hacia un futuro mejor.

Viviendo en un barrio pobre de El Salvador con tres hermanas pequeñas, no había esperanzas para que José tuviera acceso a educación superior. Lamentablemente, eso significaba que no había esperanza de encontrar un trabajo bien remunerado en el futuro. Con eso en mente, decidió dejar atrás a sus padres y hermanos para venir a los Estados Unidos a lograr sus sueños y apoyar a que sus hermanas alcanzaran el suyo.

José, como muchos otros inmigrantes, ha trabajado duro desde que vino a Estados Unidos en busca de una vida mejor. En sus primeros días aquí, él trabajó lavando platos, entregando leche y proporcionando mantenimiento. Él también ha disfrutado enormemente ser voluntario como entrenador de fútbol y también aprendió inglés. Hace unos años, se graduó de “North Shore Community College” con el título de asociado Paralegal, con un Premio al Alumno Destacado. Pero lo más importante es que construyó una familia hermosa con su esposa y tres hijos estadounidenses y uno más en camino, quienes planean lograr grandes cosas con sus vidas.

José ha sido bendecido de estar en Estados Unidos legalmente bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS). Un programa que fue terminado recientemente por la administración del presidente Trump. José ahora sirve en el Comité TPS en Massachusetts. Un grupo de personas con TPS que aboga por residencia permanente para todos los que están protegidos por este programa.

A través del trabajo de este comité, José ha estado compartiendo su historia en el estado de Massachusetts: “He estado aquí durante 20 años, 17 de ellos bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) y pagando todas mis deudas como cualquier otro ciudadano estadounidense. Sin embargo, durante todo este tiempo, no tuve forma de solicitar una residencia permanente. Tengo una vida y una familia aquí. Mis tres hijos y uno en el camino son todos ciudadanos estadounidenses“.

Para septiembre de 2019, si nada cambia, José quedará indocumentado y en riesgo de deportación.

Las consecuencias de la terminar el TPS serán devastadoras para la comunidad salvadoreña: “Imagínate, después de más de 20 años en este país, que mi esposa y yo podríamos ser arrestados en cualquier momento y deportados a uno de los países más peligrosos del mundo. Y luego imagina eso para otras 200,000 familias salvadoreñas“.

Para obtener más información sobre cómo ayudar a los beneficiarios de TPS, visite el sitio web de nuestros socios: Justice for immigrants.

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